Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don, en tus dones espléndido,
luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo,
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío humano
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.
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Hermosas imágenes e interesantes aportes.
Te dejo unos pensamientos del filósofo Byung- Chul Han, dice que mucha información no conduce a mejores decisiones, rescata a la intuición que va más allá de la info disponible con una lógica propia. Por eso «un menos de saber e información puede producir un más. La negatividad de dejar y olvidar, tiene no pocas veces un efecto productivo». Me pareció interesante para este mundo tan excedido en informaciones o quizás con escasa dedicación a al esclarecimiento al seleccionar.
Un beso, Ceci
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